Tenía este post guardado por aquí desde hace unas semanas y aun no lo había publicado por absurdo. Yo me lo paso muy bien haciendo una lista vacua como ésta, pero no creo que le interese mucho a nadie. Hacer una lista como esta supone reencontrárse con discos que hacía tiempo que no escuchaba, recordar los momentos o las personas a los que están asociados o sufrir dramas catárticos que llevan a un quítate tú que entra este otro. Y eso si merece la pena.
Estos son los discos que más me han gustado en la década sin nombre. El criterio de selección es tan sencillo como doloroso... sólo un disco por artista. Por ello evidentemente he optado por criterios personales e ilógicos; Evidentemente faltan muchos discos, algunos porque ni los conozco, otros porque me parecen una basura, otros se quedan fuera por la estúpida regla que yo me he inventado. Son 100, ni uno más ni uno menos... y están ordenados cronológicamente y sin separar entre españoles e internacionales porque no creo en la discriminación positiva. Unos años hay más, otros hay menos… y todos tienen un significado medianamente especial.
100. THE MAGNETIC FIELDS. 69 LOVE SONGS (2000)
Originalmente fechado en 1999 pero compilado definitivamente en 2000. Este disco triple es tan grande que merece estar en la lista de cualquier década. Esto no es un disco cualquiera, es la biblia de los desamparados emocionales, los losers y los soñadores enfermizos.
99. GOLDFRAPP. FELT MOUNTAIN (2000)
Atmósferas sugerentes y capacidad de teletransporte en un disco sexy, nocturno y repleto de glamour decadente presidido por la voz a lo Nina Simone de Alison Goldfrapp.
98. PRIMAL SCREAM. XTRMNTR (2000)
Una apisonadora de sonido, una rave de actitud punk y combativa pero tremendamente hedonista. Sucio e industrial muestra el miedo al vacío en una década insulsa que no tiene ni nombre.
97. RYAN ADAMS. HEARTBREAKER. (2000)
Un recorrido por el rock y el folk americano tradicional que aparca casi completamente la electricidad. Un disco de intenso calado emocional en manos de alguien que se sabe perdedor y que mantiene viva la rabia y angustia postadolescente mientras da bandazos hacia la madurez.
96. TAHITI 80. PUZZLE (2000)
Todo lo que me gusta en el pop indie resumido en escasos 40 minutos. Melodías perfectas, una voz dulce y guitarras cristalinas. Uno de los rayos de sol más brillantes de la década.
95. RADIOHEAD. KID A (2000)
La banda de Tom Yhorke supera el fantasma de OK Computer con un disco carente de singles, apocalíptico y de difícil tránsito que elevó a la banda al nivel de banda llenaestadios.
94. MADONNA. MUSIC (2000)
Un trallazo demoledor como primer single que diez años después sigue siendo absolutamente moderno a pesar de tirar de Daft Punk y un acompañamiento a la altura entre la electrónica saturada de vocoders y una especie de country pop electrónico.
93. WEEZER. GREEN ALBUM (2001)
Haciendo reminiscencias a su primer y celebrado disco desde el título y la portada el Green Album de Weezer vuelve a contar con el productor de su debut y es una nueva colección de canciones de punk pop infecciosas, accesibles y tarareables recogidas en menos de media hora.
92. LADYTRON. 604 (2001)
El debut del cuarteto de Liverpool era un tratado de pop sintético con los ojos puestos directamente en los años 80. Un disco divertidísimo, lleno de hits donde tienen cabida la new wave o las influencias de Kraftwerk.
91. PJ HARVEY. STORIES FROM THE CITY, STORIES FROM THE SEA (2001)
Polly Jean estuvo a punto de dar el salto el mainstream en 2001 con su mejor trabajo de la década donde encarna a una mujer vulnerable y fuerte a la vez, segura de su sexualidad y mas vital y directa que nunca.
90. LOW. THINGS WE LOST IN THE FIRE. (2001)
Calma, quietud, dolor, angustia, frio, soledad, depresión, invierno, muerte, desesperación… Uno de mis discos favoritos y una obra maestra absoluta donde los de Duluth llevan su peculiar estilo lo fi hasta su extremo más punzante. Canciones que si se pudieran rozar con las manos te harían sangrar.
89. YO LA TENGO. AND THEN NOTHING TURNED ITSELF INSIDE OUT (2001)
Yo la tengo despliegan todo su buen hacer en gemas pop de alto calado en el disco con el que empezaron la década. No es uno de sus discos más fáciles y la tormenta de electricidad marca de la casa sólo se cuela sin ninguna duda en Cherry Chasptick. Marca de calidad.
88. THE STROKES. IS THIS IT? (2001)
El disco que devolvió el rock, los pantalones de pitillo y las allstars a las portadas de las revistas de rock y las de moda. Los Strokes no inventaron nada pero estuvieron en el momento adecuado con el disco adecuado… y encima era bueno e iba repleto de hits.
87. BJÖRK. VESPERTINE. (2001)
En el 2001 la islandesa publicó su mejor disco hasta la fecha. Un disco mucho más equilibrado que todo lo que publicó en la década anterior, donde canta mejor que nunca y vuelve a mostrar su amor a la naturaleza. Lleno de sonidos, texturas y capas que remiten a la noche, un disco casi en duermevela repleto de algo tan simple como canciones de amor.
86. THE FLAMING LIPS. YOSHIMI BATTLES THE PINK ROBOTS. (2002)
Un disco al que se le puede poner la etiqueta de conceptual… debería llevar detrás la de aburrido. Yoshimi Battles es una excepción. Cuenta la historia de unos robots que acaban desarrollando emociones en un contexto de rock épico y electrónico. Incluye Do you Realice?, 3 minutos y medio de oro y en letras mayúsculas.
85. ADAM GREEN. GARFIELD (2002)
Garfield es destartalado, y descoloca mucho más que sus discos posteriores. Está lleno de influencias previas, cada canción suena a algún artista o grupo precedente pero Green le da a todo su personalidad propia casi sin esforzarse. Canta como un crooner pero sobre temas escatológicos o humorísticos, muchas veces cosas sin mucho sentido.
84. BLUR. THINK TANK (2002)
El último disco hasta la fecha de Blur fue ignorado o vapuleado en su momento. en Think Tank está el germen de todo lo que Damon Albarn ha hecho el resto de la década con Gorillaz y The Good, The Bad and The Queen y que tan bien valorado ha sido. Out of Time y Caravan están entre las mejores canciones de un grupo que por aquel entonces estaba completamente roto.
83. THE CARDIGANS. LONG GONE BEFORE DAYLIGHT (2002)
Los suecos se alejaron del pop sesentero de sus primeros discos y del pastiche de todo y nada de Gran Turismo y regresaron con un disco maduro, que no aburrido, influenciado por sonidos mucho más americanos y unas letras confesionales sobre el amor. Fue ignorado aunque Nina Persson canta más bonito y mejor que nunca las mejores canciones de los suecos.
82. CARLA BRUNI. QUELQUM M´A DIT (2002)
El disco de debut de la Bruni devolvió la chansón francesa a los primeros puestos de venta en media de Europa. Utilizó para ello muy pocas armas, una guitarra y su agradable voz, ni sexy, ni estridente, ni rota… simplemente agradable y apropiada. Ante tanta desnudez acústica, la mejor carta de presentación son las canciones.
81. NOSOTRÄSH. POPEMAS. (2002)
Un disco de esos que suponen un hito único e irrepetible. Popemas es único en su concepto y en su resultado. Una colección de canciones de no más de uno o dos minutos, que acaban justo donde parece que tiene que empezar el estribillo. Letras agudas, metáforas preciosas, frío en un clima de intimidad y delicadeza sorprendente.
80. NIZA. CANCIONES DE TEMPORADA (2002)
Canciones de Temporada va desde los primeros momentos burbujeantes de una relación al final de esta, con la melancolía y los recuerdos abriéndose paso. Del estallido pop de Amor Cúbico al cierre con Universo se recoge un catálogo completo de emociones, del verano al invierno, de la primera cita a la decepción del adiós. Otro hito irrepetible del pop español de la década.
79. THE DELGADOS. HATE (2002)
El cuarto disco de los escoceses tiene un sonido mucho más rudo que sus anteriores discos. Hate propone preguntas al oyente casi sin parar y se convierte en uno de esos discos generacionales casi sin proponérselo. Te cuestiona y te hace sentir miserable. El tema titulas (All you need is) Hate vale casi por todo el resto.
78. MOLOKO. STATUES. (2002)
Mark Byrdon y Roisin Murphy, principales componentes de Moloko, se dedicaron en Statues a mostrar al mundo los entresijos de su ruptura. El resultado uno de los discos sobre desamor más estremecedores de la época, las letras no dejan mucho a la duda y van acompañadas de unos arreglos que encuentran el punto de equilibrio perfecto entre lo orquestal y lo electrónico.
77. THE HIDDEN CAMERAS. THE SMELL OF OUR OWN (2003)
The Hidden Cameras son un grupo de pop majestuoso y su gran particularidad está en sus letras. Celebran el sexo en todas sus acepciones, sin eliminar sordidez ni utilizar metáforas. Directos al grano y ofreciendo un maravilloso contraste entre lo delicado de sus melodías y su lírica directa.
76. THE POSTAL SERVICE. GIVE UP (2003)
De la asociación de Jimmy Tamborello (Dntel) y Ben Gibbard (Death Cab for Cutie) surgió este proyecto que desgraciadamente hasta la fecha sigue sin continuación. Un disco de pop electrónico, donde se combinan ambos talentos, de un lado las melodías adictivas de Tamborello y de otro las maravillosas letras de Gibbard. Todos los temas de Give Up destacan.
75. DEATH CAB FOR CUTIE. TRASANTLANTICISM (2003)
Un paso de gigante en la carrera de Death Cab for Cutie no superado. Aquí las melodías fluyen mucho más libremente y el nivel de las letras es realmente sobresaliente. Los cortes se suceden, alternando temas más intimistas como Title and Registration con otros más ásperos como Tiny Vessels. Death Cab for Cutie alcanzan su cima en este trabajo donde van lacerando heridas poco a poco. Este es de los que duelen.
74. THE WHITE STRIPES. ELEPHANT (2003)
No eran unos novatos cuando el rock volvió a ser popular pero lo suyo iba en otra dirección, una revisión purista del rock, el blues y el garaje de la mano de las percusiones minimalistas de Meg White y el talento vocal y a la guitarra de Jack White. Con su característica imagen en blanco, rojo y negro y un hit de presentación bajo el brazo como Seven Nation Army, Elephant lo tuvo fácil para triunfar.
73. BELLE&SEBASTIAN. DEAR CATASTROPHE WAITRESS (2003)
Stuart Murdoch tomó de nuevo el control total de la banda y se hizo cargo de la composición de todos los temas, algo que había deslucido trabajos anteriores. En Dear Catastrophe Waitress están a medio camino entre la banda que enamoró en la década de los 90 y la que se desmarcó en 2006 con un disco mucho más expansivo, mas soul y con más riesgos.
72. LA BUENA VIDA. ALBUM (2003)
Objetivamente Hallelujah (2001) es el disco más completo y celebrado que los de Donosti han lanzado en esta década. Además incluye ese himno inolvidable que es ¿Qué nos va a pasar? Sin embargo, como estos son mis discos, he optado por elegir Album (2003), que es el disco de La Buena Vida que más oigo después de Soidemersol (1996) y el que tiene un número mayor de canciones que me maravillan.
71. THE RAPTURE. ECHOES (2003)
Salidos de DFA, el sello que más ha hecho bailar durante la década sin nombre, los neoyorkinos The Rapture pusieron las pistas del revés con Echoes, su segundo álbum. Rock directamente dirigido a la pista de baile, neo postpunk o como quieran llamarlo. Echoes sigue sonando infeccioso y como una apisonadora y no solo House of Jealous Lovers, single incontestable de la década
70. KINGS OF CONVENIENCE. RIOT OF AN EMPTY STREET (2004)
Canciones desnudas, acústicas, arreglos mínimos, delicados y bellísimos juegos de voces. En su segundo disco los noruegos se muestran más consistentes y variados, dan entrada a sutiles arreglos electrónicos, de cuerda, piano y siguen presente las armonías vocales con la presencia de Leslie Feist en un par de temas.
69. ERLEND OYE. DJ KICKS! (2004)
Esto es el volumen que el componente de los Kings of Convenience realizó para la serie DJ Kicks! Erlend no es un Dj al uso, sino que en muchos cortes canta por encima de los temas, no sólo los mezcla. Todo resulta bastante minimalista, muy de 2004 pero sigue sonando moderno, divertido e invitando al baile.
68. TOM WAITS. REAL GONE (2004)
Cuarta década al pie del cañón y sus fans tan contentos. En Real Gone Tom Waits aparece en su mejor momento de la década recogiendo un mucho de lo que nos tiene acostumbrado. Salvaje por momentos, mas jazz otros, experimental, siempre presidido por su historias inolvidables.
Este también lo hemos bailado hasta la saciedad y aunque si ahora mismo estas en una discoteca y suena Take Me Out no deberías volver nunca... sigue siendo imposible no ponerse a saltar y a despeinarse con los primeros hits del grupo de Alex Kapranos.
66. BENJAMIN BIOLAY &CHIARA MASTRONIANNI. HOME (2004)
Cualquier disco de Biolay de la década es mejor, pero repito estos son mis discos. Home fue para Benjamin Biolay un disco capricho, a medias con su esposa Chiara Mastronianni. Un homenaje al estilo Gainsbourg-Birkin (o Bardott), canciones a dúo y acústicas alternando francés e inglés. A veces los supuestos discos menores pueden decir mucho más que obras más ambiciosas.
65. !!!. LOUDEN UP NOW (2004)
Louden Up Now, es el álbum que lanzó a la formación californiana !!! (también conocidos como Chk Chk Chk) al estrellato internacional. Una refrescante propuesta que combina sin prejuicios punk, funk, disco, house y breaks con un resultado tan sorprendente como divertido y estimulante. Otro de los discos que más nos han hecho saltar y sudar a lo largo de la década.
64. ASTRUD. PERFORMANCE. (2004)
El mejor momento en la carrera del dúo llego con la publicacion del maravilloso EP Todo nos parece una mierda y muy poquito después este Performance en el que Manolo y Genis sonaban más Magnetic Fields que nunca. Irónicos, con el mismo nivel a las letras que siempre, con Manolo cantando mejor que nunca.
63. THE KILLS. NO WOW (2004)
Objetivamente hay muchos discos mejores, pero de nuevo este es un disco que escuche hasta la saciedad. No Wow es un disco que entra bien y tiene un buen comienzo. Suenan muy bien; las bases electrónicas de ritmo robótico junto con la distorsión de garaje y la voz sugerente y descarada de Alison crean un conjunto muy sólido. Y sobre todo, The Kills saben hacer un buen uso de la repetición y del in crescendo, lo que da a las canciones un ritmo frenético.
62. FEIST. LET IT DIE (2004)
Leslie Feist, debutó en solitario haciendo poco ruido al principio y conquistando a una gran audiencia en pocos meses. Un disco grabado en Paris que mezcla folk, bossa y jazz pop y que encuentra su mejor baza en la interpretación vocal llena de matices de Feist. Otro de esos discos en los que todas las canciones son excelentes.
Otro grande que ha vivido una década dorada. . Abbatoir Blues / The Lyre of Orpheus no es un álbum doble al uso, sino que más bien serían dos discos diferentes empaquetados como uno solo. Mientras que Abbatoir Blues devuelve a Cave al rock&roll, salvaje, bruto, sucio. Un disco agresivo y duro como una roca mientras que The Lyre of Orpheus, es mucho más retraído y elegante, teatral y con alma de blues.
60. CHICO Y CHICA. STATUS. (2004)
O lo que viene siendo un festival del humor inteligente. El disco más descacharrante jamás visto. La renovación del lenguaje del pueblo, con sus chascarrillos, frases para el recuerdo, palabrejas y status varios.
59. COCOROSIE. LA MAISON DE MON REVE (2004)
La Maison de Mon Reve es un disco casi de juguete, folk delicado, casero, lleno de sonidos de animales, juguetes y cacharrería casera. Las guitarras acústicas y las armonías vocales limpias se mezclan con sonidos que no se sabe muy bien de donde proceden, que quiebran las canciones y las llevan a nuevos terrenos. En general queda un clima de espontaneidad y belleza serena y extraña.
58. THE LIBERTINES. THE LIBERTINES. (2004)
Algo así podría decirse de The Libertines. Carl Barat y Pete Doherty no han levantado mucho vuelo con sus bandas tras disolver The Libertines. Sin embargo, juntos, tuvieron una corta pero intensa carrera. Sólo dos discos y varios singles de los que sale un grandes éxitos con algunos de los mejores temas que ha ofrecido el rock británico en toda la década. Elijo el segundo porque lo tengo original y me gusta más la portada. Alá!
57. PATRICK WOLF. WIND IN THE WIRES. (2005)
Tocado por la varita mágica del artista atormentado en camino a la madurez. Entre una especie de renovación del tono gótico de Nick Cave, el circense de Tom Waits o el atormentando de Jeff Buckley, surge un artista con voz propia. Wind in the Wires es su álbum más completo, con menor diferencia entre los temas excelentes y los más flojos.
56. ARCADE FIRE. FUNERAL (2005)
Funeral aparece marcado por un estado constante de angustia y un espíritu tremendamente romántico. Aparecen la angustia por el suicidio en Laika, por el futuro en Wake Up, la existencia vacía en Power Out o la celebración de la nada en un himno claro de la década Rebellion (Lies). Arcade Fire debutaron con un disco tremendamente generacional, vigoroso, que habla de los problemas del mundo moderno pero que invita a levantarse ante ellos coreando o saltando.
55. LCD SOUNDSYSTEM. LCD SOUNDSYSTEM. (2005)
James Murphy, el tipo que más nos ha hecho bailar en la década, ha escuchado muchos discos y todo eso lo tiene muy presente para realizar su música, del post punk, al acid house, el garaje rock o la psicodelia pop… absolutamente todo forma parte del Soundsystem neoyorkino. No hay ni un segundo para el relajo, ni aquí ni en el siguiente disco Sound of Silver (2007). James Murphy, es el bailongo de la década sin duda alguna.
54. DEVENDRA BANHART. CRIPPLE CROW. (2005)
2004 descubrió a un artista tan peculiar como Devendra y ademas con dos discos de altisimo nivel Nino Rojo y Rejoicing the Hands. Revalidó éxito con Cripple Crow, disco largo y variadísimo. Un disco expansivo, rico en influencias que introduce la psicodelia en el folk que nos había mostrado previamente. La calidez vocal sigue estando presente, amplia los toques latinos y se pone stoniano en I just feel like a child.
53. MAXIMO PÄRK. A CERTAIN TRIGGER. (2005)
52. SIGUR ROS. TAKK. (2005)
En este disco los islandeses aparecen mucho más suavizados, con estructuras más cercanas al pop y aumentan los pasajes con predominio vocal frente a los instrumentales. En los arreglos cada vez tiene más presencia el piano y unas cuerdas que suenan majestuosas en Glosoli, Saeglapur o Hoppipolla. Más accesible no tiene nunca porqué ser peor. Se podría decir que Sigur Ros dejaron entrar la luz y el sol en su discografía con este disco.
51. SLEATER KINNEY. THE WOODS (2005)
Ponerse frente a frente con este sensacional The Woods te deja tan aturdido, sobreexcitado y noqueado que cuesta encontrar algo en el rock actual que esté a la altura de esta avalancha de energía y potencia. El sonido es visceral, cortante y recio, de cuerpo setentero y pegada noventera, y no desvanece en ningún momento. Póntelo en las orejas y sube el volumen.
50. SUFJAN STEVENS. ILLINOIS (2005)
Sufjan Stevens nunca grabará los 50 discos que prometió, uno para cada estado de USA, pero con los dos que lleva puede quedarse tranquilo. El dedicado al estado de Illinois es su obra magna, un tratado de intrahistoria americana profusamente orquestado, desbordante en su verbo y en su instrumentación pero al mismo tiempo simple y emocionante.
49. RUFUS WAINWRIGHT. WANT TWO (2005)
Want One y Want Two aparecieron recopilados después como un album doble y ambos son lo major grabado por Wainwright. Cargado de ampulosidad y exhibicionismo a raudales, Want Two se mueve entre el clasicismo formal y el pop más brillante. Want Two es un álbum atrevido, por momentos desbordante, que coloca por fin a Rufus Wainwright en una situación de privilegio.
48. SOULWAX. NITE VERSIONS (2005)
Soulwax eran un grupo al que no merecia la pena prestart atención hasta que 2 Many Dj´s mediante se reinventaron de cara a la zapatilla y las raves veraniegas. Nite Versions es la versión remezclada de su flojo disco anterior y les convirtió en abono de diversión asegurada en todas las fiestas de guardar.
47. THE LUCKSMITHS. WARMER CORNERS (2005)
Los australianos nunca tuvieron el éxito que merecían y ya es tarde porque se separaron en 2008. Lo suyo fue una carrera dedicada al pop más brillante y perfecto. Letras llenas de poesía y paisajes sobre la vida cotidiana. Las canciones de Lucksmiths están cargadas de energía positiva, que saben muy bien adornar con teclados, percusiones, guitarras acústicas, y vientos. Un disco transparente, emotivo, vital, siempre venerando a la mítica figura de Morrissey.
46. NADA SURF. THE WEIGHT IS A GIFT (2005)
Para la banda de college rock Americana, The Weight is a Gift, supuso la confirmación definitiva de la banda gracias a un álbum accesible, vitalista y emocionalmente equilibrado sobre el que sobrevuela la idea de hacerse mayor sin perder nunca de vista al joven que se fue.
45. CAMERA OBSCURA. LET´S GET OUT OF THIS COUNTRY (2006)
Los escoceses se hicieron mayores al tercer intento y dejaron de ser la banda a la sombra de sus paisanos Belle&Sebastian. La banda creció exponencialmente con su mejor colección de canciones hasta la fecha. Un disco escapista con unos arreglos bellísimos y la preciosa voz de Tracyanne Campbell a la cabeza.
La chica tímida y frágil siempre a punto de romperse reapareció en 2006 transformada en una mujer sexy, igualmente frágil pero mucho más segura de sus posibilidades. The Greatest es un disco de folk sureño que es una delicia. Un homenaje a la tierra y los paisajes q la vieron crecer de una Chan Marshall siempre en estado de gracia.
El disco de cierre de la trilogia neoyorkina de la Rosenvinge la acercó de nuevo a cantar en castellano en algunos temas antes de pasarse definitivamente. Un disco suma de sus intentos interiores donde la hispano-danesa analiza una relación rota acompañada de músicos de primera. En Tu Labio Superior (2008) aparece mucho más optimista, fruto de un buen momento personal… y yo prefiero los dramas y los desastres emocionales.
Los de Zarautz han ido transitando a lo largo de la década desde las guitarras hipnóticas con reminiscencias a The Cure al postpunk con la mirada en la pista de baile al estilo del sello DFA. Tras Metropolitan Death, un EP donde se entregaban directamente al baile llegó este Into the Plateau (2006), disco de confirmación hasta el 2010.
Llegaron con un nombre estúpido hasta decir basta y arrasando desde Brasil. Este grupo de chicas más un chico con su mezcla de electroclash, rock y funk pusieron las pistas de baile a cocer. Piezas perfectas y un amateurismo desaforado que no se sabe muy bien como remediarán.
Una propuesta que puede llevarte hasta la obsesión tanto por lo críptico y magnético de sus letras, que aguantan más de 20 leidas sin dejar de sorprender como por las complejas capas sonoras y la multitud de detalles del sobresaliente acompañamiento musical. Ys es el trabajo de una veterana iluminada, una obra de una belleza tan sublime que asusta.
Pet grief vuelve con esos pasajes de pianos medio lánguidos, murallas de sonido sutiles con sonidos encontrados que vienen y se van a voluntad, acompañados de riffs desganados que parecen salidos de algún subterráneo de Brooklyn y no de Estocolmo. Renovados y sonando igual de frescos que en su debut, Pet grief atrae con fidelidad por su calma triste y la emoción que transmite.
The Knife hacen del tecnopop un gélido viaje emocional guiado por el histrionismo del tratamiento de las voces. las canciones del disco oscilan entre el pop más bailable y el más atmosférico siempre dominado todo por un tono ciertamente oscuro y siniestro directamente opuesto al peculiar sentido del humor de los hermanos Dreijer.
"Pío Pío" es un collage multicolor creado a base de recortar y pegar miniaturas de todo tipo, creando melodías imposibles y ritmos completamente nuevos. Canciones de aroma clásico armadas sobre bases y ritmos quebrados, esqueletos de canciones deconstruidas y vueltas a construir desde el tejado. Pop moderno e inteligente, clasicismo vuelto del revés.
36. JUNIOR BOYS. SO THIS IS GOODBYE (2006)
Una perfecta combinación de gélido synth pop ochentero y house aséptico. Los diez temas estan poseidos por un estado semidepresivo, que no obstante transmiten calidez y una sensación de extraña calma, de refugio... un disco para solitarios, para bailar en tu habitación. Una obra de electropop sobresaliente presidida por la deliciosa voz de Jeremy Greenspan
Una perfecta combinación de gélido synth pop ochentero y house aséptico. Los diez temas estan poseidos por un estado semidepresivo, que no obstante transmiten calidez y una sensación de extraña calma, de refugio... un disco para solitarios, para bailar en tu habitación. Una obra de electropop sobresaliente presidida por la deliciosa voz de Jeremy Greenspan
Pocos discos salidos tan descaradamente del mundo mainstream son tan brillantes como el segundo largo del rubiales. La producción de Timbaland, futurista, precisa y descomunal otorga a cada uno de los cortes (mucho mejor que canción aquí) el punto adecuado. Momentos sublimes como la intro Future Sex, el ritmo machacón de Sexy Back o la inconmensurable My Love. Desde el 2006 sonando como el pop del futuro.
Sarah Assbring llega desde Suecia con una de las voces más bonitas y emocionantes que han pasado por mis oídos en esta década y un nombre algo esperpéntico. Su sedosa voz está al servicio de canciones pop minimalistas con letras de alta carga emotiva y una fuerte esencia lo fi. Precioso, de verdad.
Con esa pinta de nerds tan entrañable, los británicos sorprendieron gratamente a partir de su segundo disco que les puso a la cabeza de la música electrónica. Lo suyo acaba por ser un tratado de pop, funk, groove y electrónica siempre buscando la canción perfecta. Aun tienen mucho por ofrecer y eso es de lo mejor que se puede decir de ellos.
32. ISOBEL CAMPBELL & MARK LANEGAN. BALLAD OF THE BROKEN SEAS (2006)
Un dúo de ensueño que opone la angelical, dulce y femenina voz de Campbell a la aspera, cruda y varonil voz desgastada de Mark Lanegan. El resultado parece un encuentro turbulento entre la bella y la bestia en un motel de carretera o la unión de la princesa con el malvado en un cuento perverso. Otro de mis favoritos.
31. THE DIVINE COMEDY. VICTORY FOR THE COMIC MUSE (2006)
El norirlandes Neil Hannon nos ha regalado tres discos a lo largo de la década donde da buena muestra de su estiloso pop orquestal arrebatadoramente romántico y decadente. Su disco de 2006 es uno de sus trabajos más desatados y libres, más animado y barroco. Otro grande.
El norirlandes Neil Hannon nos ha regalado tres discos a lo largo de la década donde da buena muestra de su estiloso pop orquestal arrebatadoramente romántico y decadente. Su disco de 2006 es uno de sus trabajos más desatados y libres, más animado y barroco. Otro grande.
A The Organ se les nota las influencias a leguas, tanto instrumentalmente, como en la voz y en las letras. A pesar de eso, sus canciones enganchan y convierten este disco en algo cercano a un vicio. En Grab That Gun las guitarras suenan limpias, potentes y muy rítmicas; el bajo, es el protagonista contínuo y crea una base rítmica hipnotizante y muy elaborada; el teclado establece la atmósfera ochentera. Es un disco frío, que transmite una melancolía constante pero, a pesar de ello, cualquier canción es un hit potencial
Del mejor disco de Herman Düne me gusta absolutamente todo. Sus melodías, la cadencia al cantar, las letras tan narrativas, los coros feméninos. Es ponerlo y se me cambia el humor (para bien). En Giant suenan sin parar ukeleles y bongos y la voz de los dos hermanos se confunde casi siempre con una sola. Hacen perfectos himnos soul y canciones de amor absolutamente preciosas.
28. JENS LEKMAN. NIGHT FALLS OVER KORTEDALA (2007)
Jens Lekman tiene una facilidad pasmosa para tocar la fibra sensible con las palabras más sencillas, como si todo en el surgiera de la forma más natural. A veces da la impresión de andar poseido con una sobredosis de sacarina, pero lo arregla siempre rápido con la fina ironía que le caracteriza. El sueco debería dejar de ser un secreto a voces porque tiene madera para ser masivo.
El proyecto de Guille Milkyway ha tenido un éxito exponencial a lo largo de estos años, siempre escondido bajo los cinco dibujos, chicos o robots. La Revolución Sexual es un auténtico monumento a la musica pop, en el que a la primera escuche se intuye a la persona maniática, hipocondriaca y completamente enamorada de la música que hay detrás.
26. BEIRUT. THE FLYING CUP CLUB (2007)
Segundo disco de Zach Condon, para el que trasladó el centro de su interés de los Balcanes a la Francia más romántica. Es la continuación del espíritu bohemio, romántico y arrabalero de Beirut. Es un disco lineal y homogéneo pero rico en matices y de arreglos preciosistas que nada más comenzar deja con la boca abierta al comenzar Nantes.
Segundo disco de Zach Condon, para el que trasladó el centro de su interés de los Balcanes a la Francia más romántica. Es la continuación del espíritu bohemio, romántico y arrabalero de Beirut. Es un disco lineal y homogéneo pero rico en matices y de arreglos preciosistas que nada más comenzar deja con la boca abierta al comenzar Nantes.
El músico sueco de origen español se hizo popular haciendo versiones folk de temas conocidos pero es bastante más que eso. Sólo su guitarra y su voz le sobran para desplegar infinidad de emociones cuando se le escucha. En su segundo disco su voz aparece más mágica aun si cabe y su peculiar forma de tocar la guitarra es única.
24. IRON &WINE. THE SHEPPERD´S DOG (2007)
Sam Bean, el hombre bajo Iron & Wine ha entregado unos cuantos discos enormes a lo largo de la decada sin nombre. En su disco de 2007 se supero técnicamente. Un disco mucho más rico instrumentalmente, más audaz y más rítmico. Aborda el folk americano tradicional, el blues o la bossa todo bajo el sabor del oeste americano.
Uno de los grupos que a lo largo de la década nos han narrado algunas de las historias más desaforadas del indie rock americano. Mucho más grandilocuente y épico que los anteriores, no fue tan bien valorado, pero es mi favorito de ellos. Imprescindible prestarle atención a las letras.
Discos cómo este han llevado la música electrónica fuera de sus circuitos habituales a lo largo de la década. Loops, bucles samples y texturas que se van añadiendo y superponiendo en un disco que acaba por mezclar pop, rock y electrónica.
Tercer disco en solitario del ex miembro de Arab Strap. En solitario Middleton sigue siendo un borracho solitario y con el corazón roto.Es su mejor trabajo hasta la fecha y de haber sido promocionado en condiciones canciones como A Brighter Beat, Fuck it I Love you o Fight like the night hubieran sido pelotazos.
Una banda que ofrece una visión esperanzadora y optimista del mundo. Alguna de las canciones son tan Coldplay que echan para atrás, son mucho más directas que en su disco anterior pero también menos ricas en cambios y evoluciones. Aun así este disco me encanta porque consigue tocar la fibra a lo tremendo. Prueba con No One´s gonna love you.
19. ELECTRELANE. NO SHOUTS NO CALLS (2007)
Un trabajo sobresaliente en el uso de los contrastes y las progresiones en el que las letras se hacen mucho más convencionales sin abandonar por un momento la calidad. Letras centradas en los tópicos de las relaciones amororas, con suficiente clase y estilo. Muy posiblemente hubieran sido capaces de mejores logros, pero con este disco dijeron adiós.
18. THE NEW PORNOGRAPHERS. CHALLENGERS (2007)
The New Pornographers, parece tener un talento innato para desglosar canciones power pop de efecto instantáneo. Quizás lo mejor de “Challengers” son sus detalles escondidos, casi subliminales: conforme pasan las escuchas, las canciones ganan detalles y siempre aparece algo que quizás en otras pasadas quedaba desapercibido.
La musica de Crystal Castles es fácilmente reconocida por el uso pesado de samples y vocales femeninas distorsionadas. Los canadienses han manipulado el sonido 8-bit y lo han adaptado a una estética oscura y trash, consiguiendo expandirse como si de un virus se tratase y logrando un seguimiento internacional masivo a pesar de su corta trayectoria. A pesar de todo, huelen a hype.
Justin Vernon (alias Bon Iver) una sola persona, un solo corazón capaz de desdoblarse en toda una coral de voces angelicales. For Emma. Forever ago es intimista, pero es cálido aunque convoque a los fantasmas del invierno. Comienza minimalista, con arreglos instrumentales reducidos a la mínima expresión (excepto por la voz siempre multiplicada de Justin) y poco a poco llegan los matices: una sutil percusión por aquí, una lejana trompeta o un órgano que llenan el vacío.
Hubo que esperar diez años para oírlo, y por mí como si tardan 20 en sacar el cuarto. El manifiesto de muerte del triphop, un disco rupturista que suena mejor de cómo podríamos haber soñado que sonarían Portishead en 2008. Machine Gun, tan Suicide ella, sigue produciendo tanto desasosiego como el primer día.
La banda de Seattle debutó a mediados de 2008 con un disco de folk rock clásico, pastoril y bucólico. Una imaginería repleta de alusiones a la familia, los pájaros, la montaña o la muerte para unas melodías que suenan como grabadas hace 40 años. Repleto de influencias reconocibles, los Fleet Foxes consiguen sonar únicos y genuinos en un debut atemporal.
Discos de pop con sonido cacharrero de los que me suelen gustar tanto aparecen a decenas cada año, pero que haya escuchado tanto como este pocos. Las cinco chicas suecas suenan como si hubieran aprendido a tocar ayer unas canciones que rebosan juventud y desparpajo por todos lados. Son tan monas que parecen un grupo de mentira y no hay ni una sola canción en este disco que no me ponga de muy buen humor.
Otro debut que asusta por su calidad. Cuchillo son un dúo catalán que en su único disco hasta la fecha despliega un conjunto de enormes temas de folk psicodélico basado en estructuras de guitarra y armonías vocales. Cantan indistintamente en castellano e inglés y el resultado es un disco intenso e inolvidable.
Cosmicdisco, Kraut rock, space rock, minimal e italo disco son solo algunos de los epítetos que casan bien con el disco de debut del noruego Lindstrom (¡otro debut!). Un disco escapista con la mirada puesta en nombres en principio tan pocos atractivos como Vangelis o Jean Michel Jarre, pero si a eso se le añaden unas bases que serían la envidia de Giorgio Moroder, lo que queda es uno de los mejores discos de electrónica de la década. Perfecto para viajar muy lejos.
10. CUT COPY. IN GHOST COLOUR (2008)
El trío australiano estaban en activo desde 2001 pero poco o nada se sabía de ellos hasta que dieron la autentica “campaná” con In Ghost Colours. Del indie pop al dance rock, pasando por el electrodisco, los sintes ochenteros, psicodelia, vocoders… un pastiche de fácil digestión que es todo un triunfo del buen gusto. In Ghost Colours es efervesceste, luminoso y suena a verano. Ojala no sonará la flauta por casualidad.
Proyecto en solitario de Stuart Murdoch (Belle&Sebastian) que es la banda sonora de una película por realizar, un empeño personal de Murdoch. Como disco en solitario, God Help the Girl es un disco de soul blanco con unas vocalistas de ensueño al frente o un disco de pop orquestado que podría ser la banda sonora de una comedia romántica de hace 40 años. Estas canciones transportan al sonido de los primeros Belle&Sebastian, y Murdoch retoma además la temática adolescente en sus letras. Si fuera un disco de Belle&Sebastian, sería el mejor de la década para ellos.
8. FUCK BUTTONS. SURF SOLAR (2009)
Detrás de las máquinas y desde Bristol los Fuck Buttons se desmarcaron con un segundo álbum que les ha convertido en un sólido valor de futuro. Una propuesta que suena como una apisonadora de ruido y post-rock de enorme intensidad y fisicidad. En Tarot Sport suenan más electrónicos que en su debut Street Horrrsing (2008), con unas estructuras algo más accesibles pero igual de viscerales.
Detrás de las máquinas y desde Bristol los Fuck Buttons se desmarcaron con un segundo álbum que les ha convertido en un sólido valor de futuro. Una propuesta que suena como una apisonadora de ruido y post-rock de enorme intensidad y fisicidad. En Tarot Sport suenan más electrónicos que en su debut Street Horrrsing (2008), con unas estructuras algo más accesibles pero igual de viscerales.
Otra de las grandes damas del folk americano de la década ha sido Alela Diane. Sólo dos discos le han bastado para situarse en el mapa con un cancionero repleto de costumbrismo, una forma de tocar la guitarra casi amateur y una voz sugerente, entre Dusty Springfield folk y Kristin Hersh (Throwing Muses) cuando está más tranquila. The Pirate´s Gospel (2006) y este To be still (2009) rallan a la misma altura.
El tercer disco de Grizzly Bear ha supuesto su salto definitivo como banda a seguir. Un disco que asume nuevos retos respecto a intentos anteriores y que va asumiendo las influencias y el bagaje de la banda para conformar un sonido propio y reconocible. Veckatimest asume el equilibrio perfecto entre lo íntimo y lo ambicioso y cada canción parece cocinada en su justo punto.
5. JEREMY JAY. SLOW DANCE (2009)
Como en otros casos, discos similares a éste y mejores aparecen decenas al año. Pero este es de los que más he rallado este 2009. El segundo disco del de Los Ángeles suena algo más electrónico que el primero A place where you could go (2008), pero es igual de cacharrero y lo fi en su producción. Elegante sin proponérselo, Jeremy Jay ofrece una reinterpretación casera de la new wave, el rock retro y el synthpop que engancha fácilmente.
4. HEALTH. GET COLOUR (2009)
Caso similar al de Fuck Buttons que tras debutar atronando en 2007, han entregado en 2009 una nueva explosión de ruido en la que consiguen resultar hasta melódicos por momentos. HEALTH se han colocado a la cabeza de la nueva revisión del noise del final de la década y en Get Colour ofrecen estructuras más complejas y trabajadas y canciones que ahora sí parecen acabadas por completo.
3. MODERAT. MODERAT (2009)
De la unión del genial Apparat y el dúo Modeselektor sólo podía salir algo bueno. Desde el sello BPitch y tras un lejano single en colaboración, en 2009 ve la luz un disco largo conjunto bajo el nombre de Moderat. El resultado final convence y es una sucesión lógica y conjunta del trabajo en solitario de las dos partes (vaya lio). En resumen,una auténtica bomba de electrónica hedonista, con Apparat en algunos vocales.
2. THE PAINS OF BEING PURE AT HEART. THE PAINS OF BEING PURE AT HEART (2009)
Poco menos de un año les ha hecho falta a este cuarteto de neoyorkinos para estar en boca de toda la comunidad indie. Su disco de debut es tan perfecto que da hasta rabia. Un par de EP previos fueron la pista de salida y a principios de 2009 confirmaron con un disco que es una colección de singles que parecen sacados de una recopilación de indierock de principios de los 90. De los primeros My Bloody Valentine, a los Pastels sin despeinarse, los Pains of Being Pure at heart son la punta de lanza de los nuevos shoegazers y en menos de un años han dejado varios himnos para una década. Que duren mucho.
Y para terminar, el otro debut de 2009 que de tan bueno parece de mentira. Cuatro (ahora reconvertidos en trío) veinteañeros de Londres que citan en sus influencias tanto a Young Marble Giants como a Aaliyah. Fuera de toda corriente musical y estética, el disco de The XX se encuentra entre sin dudar entre lo más excitante del final de la década. Un disco nocturno y asombroso. Por favor que no sean flor de un día.
1 comentario:
Me alegra encontrarme en tu lista con el 68.
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