miércoles, 10 de febrero de 2010

La maldición del Oscar.



En un par de semanas Hollywood vuelve a vestirse de gala para la entrega de los Oscars 2010. Los nominados deben estar de los nervios, ganar una estatuilla dorada y engrosar las listas del paro es un pack cruel pero de lo más habitual, sobre todo para las mujeres. Que se preparen Sandra Bullock, Maggie Gyllenghal, Penélope Cruz, Vera Farmiga y hasta Meryl Streep. La maldición planea sobre ellas. Veamos algunos ejemplos sin ir muy atrás que no hace falta.

1. MIRA SORVINO (Poderosa Afrodita, 1995). Antes de ganar el oscar, a la hija de Paul Sorvino se la había podido ver en roles secundarios en buenas películas (Quiz Show, Blue in the Face) y como protagonista en un drama sobre la heroína (Sweet Nothing). Woody Allen, con una varita mágica para las actrices secundarias y el oscar, le dio el papel de su vida en su comedia de 1995. La prostituta de pequeño cerebro y enorme corazón le hizo ganar casi todos los premios de ese año y en los oscars se impuso a la gran Joan Allen (Nixon) o a Kate Winslet (Sentido y Sensibilidad). Tras el premio, se lió con Quentin Tarantino, apareció en la maravillosa Beautiful Girls en un papel sin mucha enjundia y comenzó a encadenar papeles más propios de Elsa Pataki. Su trío de ases está compuesto por Asesinos de Reemplazo, Mafia ¡Estafa como Puedas!, y Romy y Michelle (una debilidad personal por otro lado). También persiguió cucarachas mutantes a las órdenes de Guillermo del Toro en Mimic, pero tampoco le sirvió para nada. El cambio de siglo no le sirvió para mucho y no hay nada destacable, aunque tiene una peli de 2002 llamada Semana Santa (así en el título original) que me voy a poner a buscar ya mismo.


2. HELEN HUNT. (Mejor Imposible, 1998). Toda una estrella de la pequeña pantalla americana gracias a la telecomedia Loco por Tí (1992-1999), nunca había conseguido llamar la atención en el cine más allá de su papel protagonista en la ridícula película de catástrofes Twister (1996). En 1997 protagonizó junto a Jack Nicholson la amable y divertida (sin más) comedia Mejor Imposible, que se convirtió en un inmenso éxito de crítica y taquilla. Finalmente consiguió un oscar ante rivales de mucho peso como Julie Cristie, Judy Dench o la Kate Winslet de Titanic. Tras el oscar volvió a la tele para finalizar su serie y entre 2000 y 2001 encadenó rodajes con Robert Altman (Dr T y las mujeres) y Woody Allen (La Maldición del Escorpión de Jade) y éxitos de taquilla como Lo que Piensan las Mujeres y Naufrago. Tras ello encontrarla trabajando ha sido difícil aunque debutó como directora en una película que no vio nadie (Then she found me). Una pena porque es una cómica estupenda y solvente en drama.


3. GWYNETH PALTROW (Shakespeare in Love, 1999). Cuando ganó el oscar, la ex de Brad Pitt poseía una carrera ascendente que al tener la estatuilla en su mano quedó congelada. Llamó la atención sobre todo a partir de Seven (1995) y demostró grandes dotes para la comedia de época en Emma (1996), su primer papel protagonista absoluto. Hollywood vio en ella a la nueva Grace Kelly y cumplió poniendo mohines y cara de estirada en los remakes de Grandes Esperanzas (1998) y Un Crimen Perfecto (1998). Llegó el oscar y otro buen papel al año siguiente en El Talento de Mr Ripley para pasar a encadenar fracasos y películas muy poco apetecibles de ver y muy difíciles de diferenciar entre ellas. Aún así consiguió cambiar de registro con nota en Los Tenembaums (2001) y estar excelente (y enseñar una teta) el año pasado en Two Lovers. Es la novia de Iron Man y eso tiene pinta de saga larga y fue un taquillazo pero estaba tan sosa que ni la recuerdo.


4. HILLARY SWANK (Boys don´t Cry, 2000 y Million Dollar Baby 2005) Caso muy particular el de Hillary Swank que entre más de veinte películas a sus espaldas sólo puede sentirse plenamente satisfecha de dos y tiene un oscar por cada uno de ellas. Son merecidísimos y demuestran que los oscar no premian una carrera. Entre un oscar y otro protagonizó una superproducción infumable El Nucleo (2003), un drama de época El Misterio del Collar (2001) y un thriller de autor que no caló Insomnia (2002). Tras la inolvidable Maggie de Million Dollar Baby, tentó a la suerte sin fortuna en el drama romántico Postdata Te Quiero (2007), hizo de lesbiana sobreactuada en el peor Brian de Palma que recuerdo La Dalia Negra (2006), y pasó por una cinta de terror sin gracia La Cosecha (2007). Este año se propuso conseguir una nueva nominación al oscar que levantara su carrera con Amelia (2009), que desapareció por las carteleras como la aviadora en el océano. Querías un oscar... pues toma dos tazas de maldición.


5. JULIA ROBERTS (Erin Brockovich, 2001). La absoluta novia de América y la actriz más poderosa y taquillera durante toda la década posterior ganó el oscar que tanto persiguió y cambió de profesión… de actriz a madre continuamente embarazada de nuevo. He perdido la cuenta de los hijos que tiene la protagonista de Pretty Woman (1990) y La Boda de mi Mejor Amigo (1997). En la pasada década ha sido bastante difícil verla de forma continuada en las pantallas y en pocas películas notables. Pasearse por la saga de atracos en Las Vegas en Ocean´s 11 y Ocean´s 12 y Closer (2004), que no me gusta nada, es lo mejor que ha hecho en los últimos diez años. Se la echa muchísimo de menos.


6. HALLE BERRY (Monster´s Ball, 2002). La primera mujer negra en ganar un Oscar a la mejor actriz habia paseado palmito por producciones de acción y comedietas durante los 90. ¿Recuerdas a la secretaria de Los Picapiedra? En el 2000 se hizo con el papel de Tormenta en la saga de superhéroes X-Men (2000) y estuvo en el taquillazo de verano Operación Swordfish (2001). El oscar le llegó por Monster´s Ball, producción indie en la que estaba sencillamente perfecta. Después ha mantenido su carrera gracias a otras dos entregas de la saga X-Men y a ser la chica Bond en Muere otro Día (2004). El resto es para salir corriendo… Catwoman (2004) no tiene un pase ni como película trash y si te encuentras con Gothika (2003) en la tele, cambia de canal inmediatamente.


7. NICOLE KIDMAN (Las Horas, 2003). En los 90 le costó ser algo más que la señora de Tom Cruise. Algo muy injusto, basta echarle un vistazo a Todo por un Sueño (1995) o Retrato de una Dama (1996). Colaborar con Cruise (y separarse de él) en la última película de Stanley Kubrick, Eyes Wide Shut le dio alas y una agenda de trabajo que ya la quisiera media España. Los Otros (2001) y Moulin Rouge! (2001) fueron taquillazos mundiales que elevaron aún más su status. El oscar le llegó en 2002 por ponerse una nariz postiza para interpretar maravillosamente a Virginia Woolf en Las Horas (2002). Dogville (2003) y Reencarnación (2004) aumentaron su estrella como actriz de riesgo. Luego llegó el botox y pasar a ser un infalible veneno para la taquilla. La lista de fracasos consecutivos incluye entre otras La Mancha Humana, Embrujada, Invasión, La Brújula Dorada, Australia o la reciente Nine. Margot y la Boda (2007) es una marcianada de aupa que deja una puerta abierta a la actriz escondida bajo esa cara de muñeca de porcelana permanentemente fumada.
 

8. CATHERINE ZETA-JONES (Chicago, 2003). Un rostro y un porte digno de cualquiera de las actrices más bellas del Hollywood clásico la hicieron pasar en muy poco tiempo de producciones televisivas en su Inglaterra natal a las producciones de serie A. Hollywood la dio a conocer como una latina de rompe y rasga en La Máscara del Zorro (1998) y rompió taquillas meses después en La Trampa (1999). Su papel secundario en Alta Fidelidad (2000) y sobre todo en Traffic (2000) nos hicieron fijarnos en sus meritos como actriz. En Chicago (2002) brilló con luz propia como la asesina Velma Kelly y cuando recogió su oscar embarazadísima parecía que se iba a comer el mundo. Se mantuvo un par de años en la brecha ejerciendo sus dotes para la comedia en Ocean´s Twelve (2004) y Crueldad Intolerable (2004) para pasar a sufrir el síndrome Kidman. Lanzó su veneno para la taquilla sobre la secuela del Zorro y La Terminal, el Spielberg menos visto en años. Sus últimos intentos como El Último Gran Mago y Sin revervas carecen del mínimo interés y su última película ni se ha estrenado en España. ¡Suerte en el futuro!


9. RENÉE ZELLWEGER (Cold Mountain, 2004). Es un gran misterio como consiguió llegar tan lejos como actriz con semejante cara. Se hizo experta en interpretar panolis y mujeres con cierto retardo en películas como Jerry Maguire (1996), Cosas que Importan (1998) o Persiguiendo a Betty (2000). Engordar y estar creíble como inglesa deslenguada en El Diario de Bridget Jones (2001), a pesar de ser de Texas, fue su mejor logro y estuvo soportable cantando y bailando en Chicago. Abajo el Amor (2004) confirmó lo que era un clamor a voces... Renée es la reencarnación de Doris Day. ¡Terror! Misterios de la ciencia le dieron un oscar por hacer de paleta retrasada con voz de cazallera. Afortunadamente después se desfiguró aún más el rostro y cualquier persona con dos dedos de frente prefiere ver una película de terror antes que un rostro de terror. Miss Potter, Leatherheads, Appaloossa, Expediente 39 y Ejecutiva en Apuros conforman la lista de películas que poco a poco la irán sumiendo en el olvido.


10. REESE WHITERSPOON (En la Cuerda Floja, 2006). Mientras Julia Roberts cuidaba de su camada, Hollywood necesitaba urgentemente una nueva actriz a la que coronar como su novia de América. Lo encontraron en esta rubia de nombre impronunciable, mucho mejor actriz de lo que sus películas más conocidas pueden hacer pensar. Famosísima por sus films para adolescentes (Crueles Intenciones), sus comedias sin chicha (Sweet Home Alabama) y su papel de rubia pija en Una Rubia muy Legal. Mucho mejor recordarla en Election, Pleasantville y sobre todo como la caperucita roja feroz de Freeway. El oscar le llegó por interpretar con enorme convicción a June Carter en Walk the Line, pero después ha trabajado poquísimo y sin intentar mejorar la calidad de sus papeles.

1 comentario:

mr.bullock dijo...

La peli de Semana Santa de la Sorvino la rodaron en España,su partenaire era Olivier Martinez,decían que se liaron.Lo vi todo en cine Magazine.