En enero de 2005, el hombre orquesta y capo del sello DFA James Murphy, lanzaba el doble album debut de LCD Soundsystem. Esperadísimo durante meses por el éxito cosechado con los maxis previos (Losin´ my Edge, Beat Connection y Yeah!), el primer disco estaba repleto de temazos ya clásicos (Daft Punk is playing at my house, Disco Infiltrator, Tribulations...). Podría pensarse que el retorno de LCD Soundsytem es un disco continuista y cómodo que esquiva cualquier riesgo y mantiene la dirección y el sonido del disco y singles previos pero Murphy va más alla. Al auténtico mago de la música de baile (que no electrónica) de la actualidad, se le da de vicio combinar éxito y comercialidad con innovación y genialidad. Murphy sabe tanto de música que reconoce el poder de una canción a kilometros y es capaz de hacer un pelotazo de un loop y un par de elementos añadidos. Que haya perdido el factor sorpresa no le resta ni un ápice de genio, repite la formula que le dio a conocer y vuelve a sonar sobresaliente sin sonar repetitivo.En Sound of Silver (2007), titulo que se le ocurrió durmiendo dice, se decanta más por la electrónica que por el rock. Get Innocuous juega con The Robots de Kraftwerk y su propio Losing my Edge. Time to get Away es funk infeccioso y North American Scum un single perfecto. Someone Great es una grandiosa pieza que mezcla electro con pop ensoñador, All my Friends es directamente un temazo y encima precioso, en Us vs Them retoma la orgía rítmica de Beat Connection, con una catarsis final apoteósica. Watch the Tapes es el tema más rockero, Sound of Silver va directa a la pista de baile y en el cierre Murphy canta a New York como si fuese Lou Reed. Un disco redondo, que habla por si solo, nueve temazos que demuestran que James Murphy solo suena a el mismo. El mejor album del 2007 junto a Myth Takes de los !!!
1. Get Innocuous!
2. Time To Get Away
3. North American Scum
4. Someone Great
5. All My Friends
6. Us V Them
7. Watch The Tapes
8. Sound Of Silver
9. New York, I Love You But You're Bringing Me Down


















El Bosque del Luto fue presentada en el pasado festival de Cannes, donde recibió el Gran Premio del Jurado y de haberla visto en el 2007 hubiera estado entre las mejores películas del pasado año. La cinta de la japonesa Naomi Kawase es una hipnótica elegía, un doloroso poema acerca de la perdida de los seres queridos y como nos enfrentamos a ella. Esta es la primera pelicula que llega a España de Kawase y la primera que veo, antes de enfrentarse a ella es conveniente saber algunos datos sobre su directora, como que fue abandonada al nacer y que el tema de la ausencia asi como el de la ancianidad aparecen constantemente en su cine. Es una lastima que el desconocimiento que tenemos hacia las tradiciones orientales haga casi imposible comprender la profunda espiritualidad que desprenden las imagenes de Kawase, conocer previamente el dato de que 33 años después de la muerte, el alma del ser perdido asciende al reino de Buda es básico para comprender el viaje interior que emprenden los protagonistas de la película.


















1. Concrete Bed
La puesta en escena es sobria y contenida, presidida por una magnifica fotografia de Harris Savides. Scott se muestra mucho más comedido de lo habitual, abandonando casi en todo momento sus habituales ralentis de imagen, aqui hace gala de su maestria al filmar, con encuadres inolvidables como el que marca el primer y decisivo encuentro entre los protagonistas, sostenido hasta el extremo para poder ser degustado. El éxito del film, que se estira hasta las dos horas y media sin decaer en ritmo recae sobre un montaje preciso y el guión de hierro firmado por Steve Zaillan (La lista de Schiler). Es de agredecer que se rompa la tónica habitual de estos filmes, de llenarlos de situaciones embarulladas, nombres, lugares y fechas para sustituirlo por una narrativa precisa, veloz y económica en la que solo chirrían ciertas escenas entre Richie Roberts y su mujer más dignas de una teleserie. Por encima de todo destaca la labor de sus dos protagonistas, Denzel Washington que vuelve a estar inmejorable dando la impresión de estar de vacaciones y un Russel Crowe entrando en kilos que borda el rol del duro bonachon. Una notable película.


